I

Solo los mamíferos
entendemos
el lenguaje del cerco de púas…
¡Oye perro, no!
Mmm
solo el ganado
comprendemos
el lenguaje del cerco de púas…




II

como quisiera ser como el perro vago
diestro en recibir cariño pasajero
sobreviviente del desinterés
no le pone tanto color a
la miseria humana
yo no puedo
soy menos
que un
perro…




III

Me corretearon.
Otra vez.
Me pillaron con la boca sucia,
con las patas hediondas,
con la cola oculta y apretada.
Con la dignidad embarrada.

Me miraron feo.
De nuevo.
Me embarga la tristeza,
me consume la vergüenza de intentar sobrevivir,
me pican las gotas acusadoras de la lluvia fría.

Me miraron con pena,
pero nadie se acerca.
Como siempre.
Y nadie mira más de un segundo;
todos bajan la cabeza;
el viento los ojos hiela
y el patético cuadro hiere… mi espíritu.

¿Cómo puedo decirles a todos que lo lamento?
Que lo lamento tanto,
tanto, que ya ni ladro.
Ser invisible trato pero me es
imposible ocultar estos rastros.
¡A ESTO HE SIDO OBLIGADO!
¡A cambiar mi piel por llagas!
¡A olvidar la confianza y el orgullo
por el miedo y el sobresalto!

Dejé de ser doméstico,
ahora soy parásito.
Para siempre.

---

Roque A. Cabrales, nacido en Talcahuano emerge como escritor y poeta al llegar a partir de 2017, tras su llegada a Victoria. En los últimos cinco años, logra ser parte de diversas colaboraciones literarias. Las más recientes, la revista ‘Miraflores 960’ derivada de un proyecto cultural, como su gestión en solitario del poemario “Puerta Extraña” una recopilación de la serie de fanzines propios creados entre 2018 y 2021.