[Narrativa] Ojos de Roble – Aliwenmalen

Como el verde de las hojas de los robles en primavera, reflejándose en las lagunas, resplandecientes como el sol de otoño, brillaban los ojos de aquel sublime chucao. La fauna, los vegetales y todos los seres mágicos que habitaban el bosque lo llamaban Karünge. Vivía junto a las raíces de un anciano Pellín, en una grieta escondida en medio de arbustos y hierbas en un oculto sendero de Huerquehue.

Karünge cantaba melodías inconfundibles entre las otras aves, su voz era tan potente que resonaba en todos los senderos y el eco gustoso la amplificaba llevándola a cada rincón de las montañas, para dejarla grabada como huella en la piedra, en la memoria de todos quienes transitaban aquellas rutas. Sobre todo a los senderistas perdidos, el pequeño chucao les indicaba el camino hacia los claros de bosque, orientándose con el curso de las aguas y rocas. Si los veía muy cansados, le entregaba una vara de coligüe, para hacer menos pesada las pendientes y les cantaba transmitiéndoles su fuerza y pureza para llegar a las cumbres.

Cuando los días comenzaban a acortarse y las horas de luz no eran suficiente para que el sol entibiase las huellas cubiertas por débiles copos de nieve y las hojas desteñidas de los bosques de Nothofagus, en las noches reinadas por los claros de luna, Karünge hacía el baile de los astros, dando pequeños saltos armónicos, hacia la derecha, hacia la izquierda, marcando el compás son sus agradecidas coplas, abriendo sus alitas hacia el cielo se nutría de la luz de Küyen para fortalecer su espíritu libre y su corazón generoso con las aves y toda la vegetación.





Aliwenmalen. Nueva Imperial 1989. Médico Veterinario de profesión, escritora y poeta. Actualmente reside en Temuco. Ha colaborado en el periódico El Informador (2014- 2022), Revista Los Muros (2018) y Revista Traytrayko (2022). Participa del grupo de difusión y promoción de la literatura de la escritora Liliana Bodoc “Mujeres de Los Confines”, en Mendoza, Argentina. En 2020 publica de manera autogestionada su primer poemario Mujer Halcón.