Por Bárbara Ortiz, periodista.
El ecosistema lector del Biobío ha crecido y complejizado en los últimos años, gracias a la maduración de un circuito de editoriales regionales que está logrando articular a poetas y escritores con un variado campo de nuevos públicos lectores. Entre estos agentes, Ediciones del Archivo –o Delarchivo, como abrevian en la marca de sus portadas– ha apostado a enriquecer la tradición lírica de la región, aportando con la publicación de Eclíptica, colección de poetas del Biobío, que este año lanzará su segunda serie gracias al financiamiento del Fondo del Libro y la Lectura, convocatoria 2020.
Conversamos con Franco Milanese, director de la editorial, acerca de esta colección y de otros proyectos editoriales en carpeta.
Cuéntanos un poco la historia tras Eclíptica.
La colección “Eclíptica” de poesía actual del Biobío nace de una forma bastante azarosa. En los primeros meses de actividad editorial, en 2015, trabajábamos en la reedición anotada de “Cuentos colorados” de Juan Rafael Allende, una colección de relatos picarescos de este polémico escritor chileno de siglo XIX. En esa época estábamos muy orientados al rescate y publicación de obras cuya lectura se encontraba materialmente restringida, apoyando directamente el trabajo de archivo de investigadores jóvenes, como ocurría precisamente con los textos de Allende, recopilados por la doctoranda Carolina Carvajal.
Estábamos trabajando en eso cuando un día el escritor Juan Herrera nos contactó para mostrarnos el manuscrito de un poemario que llevaba madurando varios años, “Cuaderna oscura”, y nos consultó opciones de edición. Lo conversé con Eduardo Aguayo, el coordinador editorial, porque el texto claramente no entraba en nuestra línea original de trabajo, pero pronto nos dimos cuenta de que la obra de Herrera era de un valor literario extraordinario. Intentamos buscar financiamiento a través del Fondo del Libro para publicar el texto en un tiraje pequeño, pero nos fue mal, básicamente porque los evaluadores consideraron que el impacto del proyecto era muy limitado. Publicar doscientas copias de un texto de poesía, por muy buena que fuese, no era suficiente argumento para convencer a los encargados de firmar los cheques; sin embargo, sucedió que al poco tiempo Ítalo Nocetti nos hizo llegar varios textos y entre ellos una colección muy interesante de poemas, que finalmente terminaron componiendo “Escombros americanos”. Un mes después, Marta Contreras, radicada en Washington D.C., contactó a Eduardo para mostrarle uno de sus últimos escritos, que finalmente sería “Ciudades de agua”. Ya teníamos tres poemarios en busca de publicación.
En ese punto ya nos había quedado claro que un proyecto editorial desprovisto de poesía, en Concepción, era una contradicción o por lo menos una omisión poco productiva, que de alguna forma ignoraba la misma historia de las letras en el Biobío, marcadas por el desarrollo de poesía desde el mismo Ercilla. Publicar estos tres textos sería, desde ese momento, nuestra forma de contribuir al fomento de la producción literaria y cultural de la región, pero faltaba, como siempre, financiamiento. Fue así cómo surgió la idea de publicar los tres textos en conjunto, agrupados en la primera serie de una colección destinada a editar a autores y autoras relevantes dentro del panorama literario de la región, pero que no habían publicado en el último tiempo. La idea fue darles visibilidad a distintas voces poéticas de sólida trayectoria ante los públicos lectores actuales, muchos de los cuales desconocen el trabajo poético realizado en la región del Biobío desde fines del siglo XX. Pensando en esa idea de hacer visible las distintas trayectorias poéticas reunidas en la colección, Italo Nocetti nos sugirió el nombre “Eclíptica”, por analogía al recorrido aparente del Sol en el cielo.
Este nuevo enfoque, que apostó a la sinergia que se produciría entre los autores seleccionados y a un tiraje mucho más ambicioso -500 ejemplares por cada edición, es decir, 1500 libros en total- nos permitió adjudicar el financiamiento para el proyecto a través del Fondo del Libro y la Lectura, y estableció un modelo para esta segunda serie.
¿Quiénes componen esta segunda serie de la colección?
La segunda serie la integran tres poemarios: el primero, “Preguntas al Sur de Fantasía”, es un texto escrito por Juan Wenuan, que antes ya había publicado “Romería” en 2010 y “El Mapa Roto” en 2014; el segundo, «Sombras propias «, es un poemario escrito por María Teresa Torres, autora de “Desde la sangre” (2001) e “Intorno” (2012); el tercero, «Muerte natural», es una obra escrita por Damsi Figueroa, autora de «Judith y Eleofonte» (1994) y “Cartografía del éter” (2003) y además directora de Amukán Editorial Itinerante. En este caso, quisiera destacar que Damsi figura además como coordinadora de esta serie junto a Eduardo Aguayo.
¿Por qué esta doble coordinación?
Decidimos probar una forma de coedición para hacer crecer las series de esta colección, invitando a poetas y editores amigos a que propongan grupos de autorías afines que permitan darle una identidad particular a cada serie. Nos imaginamos una especie de crecimiento rizomático, donde cada nodo vaya proponiendo vías por donde continuar el desarrollo de la colección. Partimos con Damsi, por los lazos de amistad que mantiene con nuestro coordinador, y porque nos resultaba un paso lógico dada la complicidad que hemos logrado durante las distintas actividades en las que ambas editoriales han colaborado.
¿Cuáles son las próximas actividades que contempla este proyecto?
La crisis sanitaria del COVID nos ha generado un montón de retrasos y contratiempos. El más complejo de resolver ha sido el de concordar presupuestos y plazos con imprentas dispuestas a cumplir las especificaciones técnicas del proyecto, que sin ser extremadamente complejas, sí establecen algunos detalles materiales, como el gramaje de papel y la coloración empleada, que salen de lo común. Esto significa, en la práctica, que las etapas de difusión de las obras en la comunidad se han visto comprometidas, pero esperamos lanzar una serie de actividades de difusión virtual a nivel nacional a partir de marzo, cuando distribuiremos una edición digital compuesta por poemas seleccionados de la tercera serie. En este sentido, aprovecho de invitar a organizaciones sociales y vecinales, así como a comunidades escolares interesadas en este tipo de encuentros, a contactarnos para coordinar alguna actividad. También, queda pendiente la distribución gratuita de ejemplares entre distintos públicos lectores, comprometida en el proyecto por un equivalente al 40% del tiraje total, y que es crucial para asegurar el impacto de esta publicación.
¿Qué otros proyectos vienen a futuro para Delarchivo?
Tenemos en carpeta varios textos interesantes, aunque el tiempo y el financiamiento no abundan. Uno de los proyectos más notables es la edición de un libro con una selección de artículos del escritor e historiador chileno Benjamín Vicuña Mackenna publicados en “La Asamblea Constituyente”, diario que fundó y dirigió a fines de la década de 1850. Nos parece que sería un texto muy pertinente para el proceso que estamos viviendo, sobre todo porque es producto de un minucioso trabajo de archivo realizado por Claudio Véliz, un joven investigador que obtuvo recientemente su doctorado. Otro proyecto que está en pausa es la edición de una selección de crónicas del escritor Tancredo Pinochet, trabajo que estamos armando en colaboración con Boris Márquez, coordinador del Archivo Histórico de Concepción. También nos gustaría editar un pequeño libro con las crónicas de viaje de una joven escritora local de la cual no revelaremos el nombre, pero que promete ser toda una revelación. Como ves, muchos proyectos, muchas ideas, pero el tiempo dirá.
Bárbara Ortiz. Periodista y Licenciada en Comunicación por la Universidad Católica de la Santísima Concepción.