No alcancé a enterar un año en este recorrido
tampoco a darme cuenta
del paso de otoño a primavera
ni siquiera del cambio de las estaciones en los árboles.
Pareciera que el sauce nunca perdió sus hojas.
Las estaciones no son siempre perceptibles en alta mar
y yo prefiero las plegarias en días de tormenta.
Hicieron adornar el barco de banderas tricolores
ramajes de una fiesta patriota,
como si esto fuera una casa
una casa sobrecargada de adornos navideños.
Siendo que esta nave
es más bien un animal a la deriva
y sus tripulantes no son niños vestidos de marineros
tampoco piratas para la escena
de utilería y bien amaestrados.
Son espíritus lanzados con honda
escapistas de un legado andariego
tienen alas
pero están quemadas por acercarse demasiado al sol
y solo buscan
porque a veces el barco es también un tren
un coche cama donde dormir.
Era una máquina que rugía en la noche
Era una embarcación insomne
Que atravesaba la carretera escapando de las capitales
Cada uno de sus pasajeros
Sonámbulos en su propio espacio
Llevaban un sueño propio
Soñaban que todavía estaban en su ciudad
Que tratando de escapar no podían
Se subían a máquinas que nunca salían de allí
Daban vueltas a la redonda
Y despertaban en estaciones vacías
Los choferes en su descanso
Los motores fríos
Y los baños destilando ese feo líquido.
Era una noche rápida
Sin estrellas
La máquina podía llegar hasta Ushuaia y volver
Y el sueño de cada uno se reanudaba
Las mismas estaciones de servicio
Los mismos poblados secos y tristes
A veces en una bajada, un gato que detenía el tiempo
La sonrisa amplia de una gurisa.
El cine de trasnoche había acabado
Las bebidas habían sido servidas
Y los pasajeros seguían soñando
Unos que habían llegado a un barrio que se llamaba destino
A una ciudad que no conocían
Pero le decían que era la suya
Llena de vaciedad y fría
Todas las calles idénticas
Solo estaciones de servicio
Regimientos
Iglesias
Plazas abandonadas
Y el sueño que todavía no acababa.
Alfonso Medrano Mieres (1981). Asistente social, poeta con formación obtenida en talleres gestados entre los territorios de Victoria y Collipulli. Cofundador del Colectivo de Autogestion Literaria Lemuria.